Quizás porque a pesar de no haber comido nada, las ganas de vomitar me siguen persiguiendo.
No estoy segura de que lo que físicamente se siente como "ganas-de-vomitar" sea del todo referente a un síntoma-estomacal.
Me atrevería a decir que la respuesta de mi cuerpo es: expulsar todo lo que ya, ahora mismo recarga tu cuerpo, tu mente, tu alma.
Vomitar todo lo que se arraigue a mi interior. Sin importar de donde provenga, o si realmente se trata de comida.
Necesito vomitar para limpiar mi mente. Mis ojos.
Quizás me incite el pensar en la sensación de levedad que prosigue al vomito. Me atraiga la necesidad de sentirme tan liviana como un cuerpo sin huesos, sin peso.
Quizás lo que necesite sea una limpieza de mi propio yo. Vomitarme a mi misma, para sentir la levedad de mi ser,[insoportable, como es de esperar] para luego volver a incorporarme a mí misma.
En una hoja de papel en blanco, muy en blanco, transformada por el paso del tiempo y la tecnología en megapixeles aplastandose los unos a los otros.. se dejan, virgenes de manchas, escribir letra por letra cada paso de mí, cada sonrisa, cada sensación, perfume y tacto vivido. Se dejan arrancar cada una de las letras desde lo más profundo hasta llegar sin querer aquí, tiñendo el blanco impoluto de mi pantalla.
miércoles, 18 de mayo de 2011
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