sábado, 28 de mayo de 2011

Locos días de pintura corrida, donde no debería haberme pintado. 
Mañanas de sábanas revueltas y medias desencontradas.
Mañanas dulces, con aroma a café y labios de miel. 
Pelos rebeldes y nuevamente, cara manchada. 
Mañanas de chispas, noches de fuego, cenizas eternas. 
Hay días en que uno debería pintarse, no para colorear perfectamente el contorno de los ojos, sino para disfrutar al otro día del desparramo de pintura esparcida por toda la cara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué carajo es el enamoramiento?

Casi 30 años en esta cosa redonda que gira y gira, haciéndome más vieja, conociéndome más, coleccionando personas, nombres y apellidos con ...