Dejémonos de fantaseo, a ver! Seamos realistas.
Punto número uno: no es imposible, no lo es.
Dos: el dulce de leche empalaga, no me jodan! Pero es rico, no voy a negarlo (confieso que a veces introduzco mi dedo índice en el pote y zas!).
Punto tres: me gusta más el chocolate. y si tiene que perder alguien acá, ese va a ser el dulce de leche.
Y la pregunta será ¿Por qué? Porque lo digo yo. Es culpable por empalagoso y por intentar ser copia del chocolate, y no conseguirlo. No hay más debate.
Punto cuatro: ....
Cinco: Miedo, nervios. No pánico. No stress. No paralización.
Punto seis: soy la ganadora [del premio].- Yo lo sabía de antes, pero quiero que vaya sabiendolo, no por propias conclusiones, sino porque te lo cuente yo misma, mientras lo vivo, así lo vas viviendo al pie de la letra, al punto y aparte, al pie de página, en la firma allá allá abajo.
Punto siente: No hay marcha atrás, estamos escribiendo la historia.
con ocho no rima nada acorde, asi que.. mejor me voy.-
Este cuento no llega hasta diez, porque me olvidé de como contar, o quizás quiera contar así o me haya cansado de contar como siempre me enseñaron a contar.
mañana, a la hora de siempre. Ya sé, ya sé. No hacía falta que me dejaras una notita arriba de la mesa. No hacia..
En una hoja de papel en blanco, muy en blanco, transformada por el paso del tiempo y la tecnología en megapixeles aplastandose los unos a los otros.. se dejan, virgenes de manchas, escribir letra por letra cada paso de mí, cada sonrisa, cada sensación, perfume y tacto vivido. Se dejan arrancar cada una de las letras desde lo más profundo hasta llegar sin querer aquí, tiñendo el blanco impoluto de mi pantalla.
martes, 31 de mayo de 2011
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