Otro cuento chino

Me encantas cuando te desvives, cuando te brillan los ojos al mirarme desnuda y cuando me dices las cosas. Cuando me pides que te hable, que no me calle, que actúe, que sea yo.
La dimensión de tu ilimitada potencia me tiene aterrada. No sé si dejarme caer en tus brazos, o salir a correr para que nunca más me vuelvas a abrazar así. Me asustas, cual bestia azul. Me tratas tan suave, que pienso que con mi brutalidad, en cualquier momento te puedo romper.
Te ves tan frágil. Hecho de amor, y de arte.
Derramas tinta por todos lados, y besos, y miel.
Y yo ya no estoy acostumbrada a todo esto; y vos no sabés nada de mi.
Qué sabrás vos! Pobre diablo..
Y me das letras para esta base armónica sin canción.
Me das tu mundo entero si te lo pidiese. Yo no estoy en condiciones de saberte tan debil. De saberte tan dispuesto.
Yo no quiero que me entregues tu todo.
Necesito, para quererte, que no me quieras. Que me dejes sola, destapada en el medio del viernes por la noche, a las cinco de la mañana, haciénome creer que estás ahí.
Yo vengo de un lugar muy detestable, de una mente enrevesada y retorcida. De la ciudad de la histeria y el machismo. Vos no sabés nada del machismo.. Ni de la histeria.
Sabes lo que es agarrarme la mano mientras nos fusionamos, y sabes hacerme sonreír.
Sabes todos los placeres de la vida, porque te los permitis a vos mismo, y a tu alma. Porque tu objetivo es ser feliz, y no te planteas mucho más, pero yo..
Ay de mi "yo"! Yo no paro de buscarme, para encontrarme y volverme a perder. Yo no dejo de pelearme, para así tener que darme calma una y otra vez.
Yo no quiero descansar, porque me sienta bien el placer de estar agotada.
Vos me dijiste una vez, que yo no soy de "Plan B", que siempre me quedo con el "A".. y acá estoy.
Si vos supieras...
Yo quisiera alterar mis células, cambiar mis sentimientos, manipular mis hormonas. Yo quisiera no hacerte [más] daño..
Quererte más,
hablarte menos,
besarte más
mirarte menos,
admirarte.
Vos quisieras que te quiera, como se quieren los enamorados. Como se buscan las lenguas hambrientas y los labios con sed.
Creeme, yo también quisiera quererte así. Verte así. Desnudarte así. Hacerte formar parte de mí, como si tu nombre fuera otro.
No merezco que me quieras así. Mientra yo duermo pensando en la distancia, y las manos de otro nombre.
No nos merecemos mentirnos así. Decirnos las cosas que nos decimos, y aun así, besarnos cada noche.
Hablarnos y tratarnos como hacés que te trate.
Convencerme de que, yo también, tengo ganas de verte.
No mereces que te mire así, como dices que te gusta que te mire.
Ni que te deslumbre como dices..
Nos sobran los motivos.