Porque ya ni el perfume que ayer formaba parte de mi piel habita en mi,
ni las palabras decoradas en el fondo del placar, ni mi ropa..
El collar, que era mi única vestimenta descansa en el suelo; descansa.. porque está cansado de actuar. Y mis zapatos acompañan su compás.
Una sonrisa clandestina, que hace juego con el brillo de los ojos.. Tiniebla.
Soledad y tiniebla, fingiendo lo que no llega ni a ser mentira,
Pero que logra desarmar.
Ya ni la hermosa sensación de la verdad, ni del engaño.. ni las palabras pintorescas.
Ni es amor, ni es odio..
Ni mariposas, ni orugas..
Ni acá, ni allá..
Tampoco contigo... Ni sin tí-[go].
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