Se vuelve... Uno intenta, intenta pero el resorte el más pesado y el rebote es más ligero que el soplido de tu elefante rojo. No, llega a ser tan inevitablemente espontáneo que te terminás arrepintiendo de haber estado en el lugar y en el momento en el cual alquien te saludó por primera vez, te llamó por primera vez, te besó por primera vez.. y así sucesivamente, y viceversa.
Tal vez fuera mejor que navidad sea como antes.
Como siempre..
Que con 5 menos la felicidad sea un poco más alta, sin que le presten tacos, y que la sonrisa se vea desde adentro, también.
Porque no me llegan los reflejos del eco luminoso?
Buee... yo sigo confiando que en breve, en breve los veré sonriendome a la cara.
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