martes, 15 de diciembre de 2009

Such a long time.

"Hope you're fine".

Creo que hubiese quedado bien, y más que bien, hubiera sido la expresión misma de mi característica espontaneidad, pero no... está de más. Estaba de más así que borrarlo de aquel mensaje fue oportuno.
Ya a nadie le importa si estás o no bien, si lo estuviste dos años atrás, o si realmente ése era el deseo de ambos.
Ya a nadie le importa...
Si fui feliz durante 3 pares de meses más uno, o si las lagrimas infrenables que perduraron después de mucho tiempo recompensaron la felicidad anterios con una infelicidad nueva, perturbadora y educativa.
Eso si, se aprende.
Se aprende a querer.
A olvidar.
Aprendés lo que es la pasión, la compañía. Una noche de estrellas y una mano conocida rodeandote la cintura es más bonita que cualquier otra noche. Cada centimetro de tu cuerpo aprende a ser querido, y luego queda el aprender a desacostumbrarlo... ¡Gran trabajo!
Se aprende a sonreir.
A mentir y a ser mentido. [sobretodo]
A besar mejor, a dar cada día la mitad de las energías a un cuerpo más.
Se aprende a extrañar las noches de fuego, combatido con fuego. Y la insaciable necesidad de llamar otra vez al vivo recuerdo de desear con todos los dedos de la mano tocar otra vez esa piel.. ésa con nombre propio grabado en cada centímetro mio. Ésa única entre tantas, y que caracteriza a cada uno de ellos.
Pero ésa.. que tenía un brillo en cada día distinto a las demás y un sabor a bombon de chocolate cuasi-diário.

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