martes, 30 de julio de 2019

La libertad que pide, a veces, ser acotada.

Las mariposas, como los pájaros, pueden enloquecer cuando se ven cautivos entre cuatro márgenes de espacio. Cuando deben permanecer dentro de un perímetro perfectamente delimitado, con ciertos objetos y factores dados, sin posibilidad de alteración, a corto plazo, en las condiciones dadas. Sin embargo, ante una inagotable libertad, bajo un terrible, despejado, cielo celeste y sobre un inmenso océano azul pueden enloquecer de pánico. La inmensidad de alternativas (tantas como la vida misma sea capaz de proveer) que se destapan… 

Tantos posibles vientos del norte y oeste, del sur y oeste. Las tormentas, los truenos, relampagos, tornados. El propio agotamiento de volar sin saber bien a dónde, ni a qué precio. El miedo a ser capturado en medio vuelo. El miedo a morir a causa de tanta libertad. 
Está el mundo hecho para aceptar tanta libertad en una sola mariposa, en un solo par de alas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué carajo es el enamoramiento?

Casi 30 años en esta cosa redonda que gira y gira, haciéndome más vieja, conociéndome más, coleccionando personas, nombres y apellidos con ...