No era lo que parecía ser. Aunque de todas maneras, logró ser "algo"

Giovanni no bailaba. Ella hacía lo posible por divertirse a base de no agregar sustancias extras a su cuerpo.
Se divertía, bailaba, miraba. Estaba siempre presente, consciente.
Giovanni la acechaba, la observaba y cuando se encontraban sin querer buscarse, sin querer soltarse, pero sabiendo que no era una retención eterna, ni mucho menos carnal, se mantenian apretados durante un par de segundos, en donde cada uno de los dos creaba su mundo al cual llegaban por caminos separados... pero eso sí, sólo llegaban si se apretaban cuerpo a cuerpo; uno a otro; sin luces y con ruidos extravagantes de fondo.
Mareada ella lo besaba, se revolcaba en su lengua y deseaba no estar allí. Giovanni la agarraba, la cuidaba y la quería, ... a su manera.
Ella soñaba con descubrir su piel. Acariciarle la nariz y enredarle las sábanas con olor a sonrisas de placer. Él parecía no intuir tal remordimiento hiperactivo de hormonas.Ella sumaba cada día una oportunidad más, y tenía paciencia... tenía paciencia, ganas y memoria. Muy buena memoria.
Pareció ser que un día se vería la luz en medio de tanta escasez. Se volvió a ilusionar, para volverse sola a casa, destruyendo uno a no los granitos de temperatura corporal que le sobraban en el cuepo, dando lugar a la razón y esperando una respuesta del divino universo. Y sólo una respuesta.. a confirmar lo que decían que decían las voces que alguna vez se escucharon en medio de tan horrenda ciudad.