Cuando hay miedo, desaparece el mundo.
Cuando hay nervios, llamas a la calma, y siempre está con demora ante tu súplica. El acelere de los latidos, y el color de ser humano que comienza a escapársete del cuerpo.. REGRESA AQUÍ!!!
Es bueno sostener una mano en circunstancias así. Es bueno que te estén sosteniendo tu mano. No hay caricias más reparadoras que aquellas que recibes en dicho momento, y los besos de amparo no se comparan con el mayor placer que hayas sentido en este mundo anteriormente.
Cuando hay miedo, y las lágrimas corren por tus partes insensible..
Cuando hay dolor en el alma..
Cuando el dolor en el alma es quizás mayor que el dolor real, local, que estás sintiendo..
Es lindo saber que hay alguien que te cuida.
Es lindo saber que te tengo cerca, de igual modo..
Cuando siento miedo lo único que necesito, son tus manos.
Es tu lengua pronunciando drogas raras que comprarás para calmar mi dolor.. Aquellos nombres que sólo tú conoces, y sabes que calmarán mi tormento. Cuando en realidad son tus mimos que revitalizan mi cuerpo, eliminan mi dolor y no importa más nadie porque vos están ahí. Conmigo.
Si me vieras desde fue.. Veo mi cuerpo, que ya no es niño.. Mi cuerpo pidiendo tu compañía, y me siento una ridícula, extrañándote de este modo.. Si me vieras desde fuera, largando lagrimas para regar mi remera..
Si me vieras escribiéndote, con los ojitos mojados y deseando tele-transportarme porque hoy te extraño.
Cuando el miedo me hace sentir nena, cuando olvido que mi edad ya se conforma por dos cifras, cuando me duele la soledad de crecer y saberme independiente, cuando pienso que algún tendré que aprender a no depender de nadie, y a ser yo misma, yo misma autosuficiente y auto.. Ahí es cuando te lloro. Ahí es cuando más te necesito y que explote la ridiculez, que reviente la vergüenza. Cuanta falta me hacés todavía..
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