Te detesto con la misma intensidad con la que te sacaría la ropa a mordiscos.
Quizás sea esa la razón por la cual te detesto, porque lo hago con las mismas ganas con las que inicialmente te amé, algún año de los que se me escurrieron de la memoria hace un tiempo atrás.
Tendré la oportunidad de volverte a deshacer en mis manos, en mis brazos, en mi cuerpo. Te tendré tan debajo que podré asfixiarte el alma y dejarme de tu cuerpo por el resto de mis días.
Te voy a odiar con la mirada, con los dientes, con los dedos, con la ropa, con la voz, con la lengua...
Quiero que sepas que te detesto.
Quiero que sigas sabiendo que nunca te amé tanto como vos pensas.
Quiero que creas que no volvería. Aunque sabe mi AlterEgo que te tengo entre las sábanas cada madrugada de soledad.

Tendré la oportunidad..