domingo, 5 de junio de 2011

Jueves y Viernes. Junio. veinte,once.


Jueves: Empezó el día a las 6.45 de la mañana. Madrid no solo estaba hermosa, sino que también soleada y de clima agradable y con una leve brisa que te peinaba las orejas. 
La secuencia de actividades comenzó con una ducha, agua tibia y una toalla blanca impoluta que secaba estupendamente, característica indefectible de cualquier hotel.
El desayuno, muy variado y sabroso, estaba a disposición de cada persona. Mi elección fue café con leche, jugo de naranja y dos tostadas, una con queso untable y la otra con miel. 
A las 8.30, quizás cinco o diez minutos más, un taxi me dejó en la puerta de la UNED, entidad en donde debía rendir los cuatro primeros exámenes del día.- ["Allá voy"].-
Aquel edificio estaba cercado de unas rejas grises, las cuales estaban cerradas por razones de horario. Fuera del edificio, en la vereda, se aglomeraban unos 400  (o más) estudiantes extranjeros (todos los colores, tamaños, idiomas y acentos) entre los cuales me encontraba yo. Todos cargábamos con la misma cantidad de nervios en los bolsillos y todos teníamos la misma cara de pánico y las mismas ansias de demostrar en cada una de las pruebas nuestras horas y horas de estudio. Queríamos reivindicar nuestro esfuerzo, plasmando el miedo y las horas en esos papeles.-
A las 9 en punto de la mañana comenzó el primer examen. Estábamos divididos en dos aulas, cada una de ellas tenía una capacidad para [más o menos] 200 alumnos y estaban ambas totalmente llenas. 
La duración de éste y el resto de exámenes era de 1 hora y media. Yo terminé antes, quizás 20 minutos, pero no fui una de las primeras en entregar, (no suelo serlo, si me sobra el tiempo, me lo tomo para repasar, releer y corregir cualquier posible error que se me haya fugado de las manos o los ojos).- 
45 minutos duró el descanso entre "Comentario de Texto" y "Filosofía", la siguiente prueba a realizar. 
No estuvo TAN compleja como temía, aunque mandé verdura (quizás porque ahora tengo huerta en casa).-
El horario de comida duró más de dos horas, ya que había salido antes de lo esperado de la segunda prueba. 
Almorcé con la Doña Madre, en un bar de por ahí cerca.-
La tercera prueba consistía en demostrar el conocimiento bilingüe que cualquier bilingüe puede poseer.- En mi caso, el segundo (bi) "lingue" que demostré fue el ingles.
Si bien no pensaba tener ningún tipo de problema en esta fase, no conseguí en ningún momento coordinar mis neuronas. No se si fue el almuerzo previo, la modorra postprandial o simplemente la desincronización aguda que azotó mi cabeza en ese momento. A pesar de eso, y sabiendo que igualmente habrá errores, confío en que este superada.
45 minutos más, (que fueron más de 45).-
Último, pero no menos importante, [Last but not least], Economía cerró el gran día gran. Tampoco fue tan jodida como mi subconsciente esperaba, es más, fue demasiado menos complicada de que lo me pareció que debería haber sido.- Pero eso beneficia, no perjudica, así que dejémosla ahí y así.-

Así termino, a las 18.30 de la tarde, mi gran día gran. 
Al finalizar, y ni bien salí del edificio, me encontré con un parque bastante largo y agradable. Casi todos los bancos estaban ocupados por alumnos en mi misma condición, pero más allá habían un par de bancos de plaza libres. Me acerqué a uno de ellos, brillaba el sol con toda su furia. Me senté, habiéndome sacado de encima, no solo 6 meses de estudio y un año de soledad, tristeza y oscuridad, sino también un saco de 20 kilos de arriba de los hombros.
Los ojos se me achicaban, debido al sol. Tardé 10 minutos pero al fin, y después de una mezcolanza de dedos, billetera, pañuelitos, carnet de identidad, biromes y demás artilugio logré sacar con éxito el paquete de Camel y el encendedor violeta de la cartera.-
Fumé ese cigarrillo como quien siente que tiene en su mano todo el tiempo que ha invertido en un logro que acaba de conseguir. Tenía todas las lagrimas y las soledades entubadas en un blanco papel, mezcladas con hojas secas que olían a tabaco y adornadas con un filtro. Tenía un año hacíendoseme humo entre los dedos y mi boca hecha volcán, expulsaba lava gris.- 
tenía una sola sensación y ningún peso.-
Tenía la sonrisa en el alma y la seguridad en la cartera.-
Tenía a muchas personas, identificadas en una sola.- 
Tenía de todo, menos miedo.-
Terminé de fumarme toda la paz que, desde ese cigarro, me invade. Cerré los ojos, soñé, imaginé, recordé. Volví a abrirlos y a contemplar mi presente y todo lo que me rodeaba en ese mismo instante. Pasé mi mirada por el suelo y cual fue mi sorpresa (aunque estoy acostumbrada a encantarme con este tipo de brujasualidades) al encontrarme con una rayuela, a medio armar, enfrente mio.- Tiza blanca, números ascendentes del 1 al 9 y encuadrados, como debe ser y mal dibudajos, a mano alzada. 
Cuando defino el dibujo como "a medio armar" me refiero a que faltaba la mejor parte; la última.- Como si la hubieran dibujado en frente mio para que concluya yo con la misión, a aquella rayuela le faltaba el punto y final, la llave en la puerta, el pañuelo blanco en el puerto, el último beso. El cielo. Allí me encontraba yo con mi boca hecha humo y mis ojos pequeños, empapada de sol y de levedad. Allí me ecnontraba yo para pintar con una birome el cielo. El punto y aparte.- [le mostré a aquel dibujo mi sonrisa pícara y asentí, asentí como nunca antes había asentido].

El día jueves terminó con una obra de teatro en el teatro Infanta Isabel.- La Gran depresión. (Termino siendo lo que su título aludía).
Previo a la obra y en una callejuela digna de foto en blanco y negro, nos sentamos en una mesa de dos, a tomar saborear la victoria, fresca y dulce como ella sola.-

El día terminó a media noche.- Café descafeinado de por medio y ducha relajante antes de abrazar la cama, con todas las fuerzas que le quedaban a mi cuerpo.-
La noche fue mala, de insomnio y sueño descontínuo. Ruidos en la habiatación contínua, voces en inglés, recuerdos y memorias en la cabeza.. y aquestas cosas que es fan y es desfan.

Viernes fue el último día. Último examen.- 
Matemáticas me esperaba a las 11.15 de la amañna. Tabméin fue mneos cmolpejo de lo que eseprbaa.- Thanks God!

Allí deposité, en el aeropuerto de barajas y justo antes de cruzar la puerta del avión, mi punto y final. Mi comienzo de este Junio tan Junio. Mi mes. El principio del fin.- 
Y ahora estoy aquí queriendo convertir los campos en ciudad, (dice Shakira).

Yo ya fui a la Puerta del Sol, y saqué unas fotos de las tiendas de campaña, de las reuniones y asambleas. Ya vi cómo funcionan y como se comunican entre ellos. Observé el respeto con el que se tratan y las señas que se hacen, supe que no aplauden con ruido, sino girando sus manos de izquierda a derecha repetidamente. No tienen lider, hay micrófono libre.
También hay problemas que solucionar, como la higiene, la estructura (que está desfalleciendo) y la gente que se está incorporando al campamento, con fines e ideas distintas a las de quienes iniciaron el movimiento. Estos últimos en llegar, he sido testigo, tienen venas infiltradas, pupilas dilatadas y ojos perdidos; están a la defensiva la mayor parte del tiempo   y tienen actitudes violentas en ciertos casos. Ellos no están ahí con fines revolucionarios. No desean cambiar el sistema. No pretenden mejorar y ni ver mejoras. Están allí en busca de protección y un espacio en donde dormir y consumir sus adicciones sin ser vistos.-
Allí radica ahora el problema.- Cómo se separa una cosa de la otra.- Bien se aprecia la diferencia entre el agua y el aceite, aunque ambos estén en un mismo recipiente.- 

He visto libros alineados en stands, y gente comprándolos. He comprado uno, pero con fin de regalo.-

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