martes, 7 de agosto de 2018

Mis ciudades favoritas se resumen en tí

Yo quiero Madrid contigo, malasaña a las ocho de la noche, un concierto improvisado en un bar de mala muerte, una sangria en pleno derretimiento global en julio, la soledad de agosto acariciando aceras de tu mano..
Quiero la madrugada de un sábado volviendo de saborear tus bailoteos, el vaivén de tu cuerpo con el mío en un garito perdido por la ciudad.
Quiero emborracharme mientras te miro, para redescubrirte desde otra dimensión y tener una buena excusa para que me sostengas al volver a casa.
No es que me muera por Madrid; muero por tí.
Si me dices deja Italia, vente a Washington, vámonos a Bogotá porque quizás en Buenos Aires encontremos un rincón para los dos, yo armo mi mochila: no te creas que tengo mucho que organizar.
Me apetece Buenos Aires, los parques de Palermo un domingo de tu mano; la recoleta un viernes por la noche, después de un duro día de trabajo; Puerto Madero el sábado por la noche con amigos, y tus besos desde un balcón de un edificio colonial con estilo francés. Me muero por caminar de gala por Avenida Corrientes, hasta la entrada del teatro y volar la noche porteña desde un helicoptero imaginable.
Quiero, una vez más, caminar el Parc Güell por la noche fría, mientras se me congela la mano por tenertela cogida. El Born una tarde cualquiera, y hacernos los turístas mientras zapateamos la Rambla. Llevarte al Bosc de les Fades y perdernos por Passeig de Gràcia mientras te confeso que me encanta volver a donde somos, a donde siempre me sentí, a donde nunca nos conocimos.
Si me llevas con los ojos vendados y me destapas el mundo frende al Lincoln Memorial me volverás a impnotizar, como la primera vez, como cuando jugamos a dar vueltas en bicicleta por la noche en búsqueda de quien sabe qué tesoro perdido... Pasear por Georgetown una tarde cualquiera e ir al teatro un viernes por la noche a ver otra obra de balet clásico (cubana, eso sí). Si me dices museos, I'm in; si me dices de ir al El Centro, yo me apunto. Y si decides hacer huelga de calle yo me aferro a tu decisión.
Vámonos a pasear por Nueva York, a infectarnos de luces, de ruido, de gente, de locos (just like us).
Vayamos al teatro, a la azotea, a comer grasiento, a tomar una copa, a celebrar este burbujeo de liberalismo que me repatea y del cual no podemos salir.
Vamos a celebrar que estamos juntos, que toca aquí pero que mañana, quién dirá!
Vamos! No se bien dónde, porque cualquier lugar es idóneo si es contigo.
Si estás conmigo, el paraíso eres tú y la geografía es una excusa.
Yo quiero Madrid contigo, para disfrutar de todo eso que nos gusta.
Quiero Washington, Barcelona, Nueva York y Buenos Aires.
Quiero agradecer a Tailandia, por el regalo.
Y a Myanmar por la sorpresa.
A Madrid por la sutileza y el despiste, por el ajetreo...
A Girona por la calidez, los besos con sal y el olor a casa.
A Galicia por su neblina y por tu titiriteo, excusa perfecta para abrazarte una vez más.
Gracias a Buenos Aires, por darme todo lo que soy, a Bogotá por haberme hecho descubrir que me encantan sus calles. Sus atardeceres.
A Latinoamérica por recordarme quién soy, de donde vengo y a donde quiero ir.
A Italia, por la posibilidad de descubrir mi propia gente; su idiosincrasia. Por recordarme lo que no me gusta y por reafirmar mis elecciones. Por su acento, que tánto me empezó a gustar y por esta lengua que me está regalando.
Yo me iría contigo a todos y ningún sitio a la vez.
Volaría eternamente enganchada a tu cintura,
siempre y cuando me asegures que me dejarás compartirte mi vida, para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Qué carajo es el enamoramiento?

Casi 30 años en esta cosa redonda que gira y gira, haciéndome más vieja, conociéndome más, coleccionando personas, nombres y apellidos con ...