Voy caminando y recordando aquella noche en la piscina de un hotel del norte de Tailandia, y la madrugada en el pasillo de aquel hotel, gustándonos, mirándonos y deseándonos.. hasta hacerlo realidad, dándole rienda suelta a nosotros mismos, al deseo.
Aún me entran cosquillas en la barriga cuando recuerdo el primer beso, tu mano escurriendose por debajo de mi pantalón, mientras mi espalda descansaba en tu pecho. Nuestras lenguas alborotadas buscándose, esquivándose, encontrándose... la osucridad de tus ojos penetrando el bosque de los míos, tus ansiosas manos investigándome centímetro a centímetro, recorriendo los kilómetros de distancia que nos habían estado separando... hasta aquel preciso momento, acercándome a la terrible improbabilidad de habernos cruzado en aquel fatídico viaje.
En una hoja de papel en blanco, muy en blanco, transformada por el paso del tiempo y la tecnología en megapixeles aplastandose los unos a los otros.. se dejan, virgenes de manchas, escribir letra por letra cada paso de mí, cada sonrisa, cada sensación, perfume y tacto vivido. Se dejan arrancar cada una de las letras desde lo más profundo hasta llegar sin querer aquí, tiñendo el blanco impoluto de mi pantalla.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Qué carajo es el enamoramiento?
Casi 30 años en esta cosa redonda que gira y gira, haciéndome más vieja, conociéndome más, coleccionando personas, nombres y apellidos con ...
-
Me encantas cuando te desvives, cuando te brillan los ojos al mirarme desnuda y cuando me dices las cosas. Cuando me pides que te hable, que...
-
Ayer estábamos Nuño y yo al balcón de mi posada viendo a un niño jugar con una caña adornada de cintas y papel dorado. -¡Feliz edad -exclam...